Albacete, entre 1975 y 1986, incrementó su población debido a la paralización de la emigración de su provincia hacia otros destinos, y la pequeña inmigración de retorno. Para regular la necesitad de suelo se aprobó el 1985 un Plan General de Ordenación Urbana, la cual eliminó gran parte de las edificaciones historias impidiendo la identificación de su estado original.

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Como dijo el desaparecido y famoso arquitecto e historiador Fernando Chueca Goitia (1911-2004), en la urbe albaceteña se ha producido “no la transformación de una ciudad, sino la suplantación de una ciudad por otra que la ha desalojado y ha ocupado su sitio“.